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COYUNTURAS POLITICAS EN COLOMBIA: CONDENSACION de BIFURCACIONES

09.09.2009 01:06

 

COYUNTURAS POLITICAS EN COLOMBIA:

CONDENSACION de BIFURCACIONES

 

POR:

A. RESTREPO

 

 

La historia de las ideas políticas en Colombia condensan acumulados paradigmáticos, voluntades colectivas e imaginarios sociales y económicos que se tensionan  con el paso del tiempo y exigen momentos decisorios para el destino de los pueblos.

Nuestras vivencias como pueblos se han caracterizado por  un devenir de coyunturas, sellos de nuestras memorias y lamentos, de desgracias para unos y aciertos para otros pocos, coyunturas que hoy se enarbolan para consolidar decisiones desdichadas para unos y enriquecedoras para los mismos pocos. Este argumento no  solo concentra el desencanto de las opciones políticas indefinidas por las bifurcaciones en la historia, sino más bien, condensa, como  momento concreto en la vida de los hombres: como coyuntura, realidades sociales desencadenantes de procesos y tensiones que pueden desenvolverse a favor de los actores que eficazmente se correlacionen en la escena.

Las coyunturas políticas en Colombia pueden definirse como momentos propicios y necesarios para las transformaciones, las bifurcaciones   y los cambios en las estructuras del modo de producción vigente. La historia –en palabras de Jaime Osorio—no se debe concebir como un acumulado de coyunturas, por que eso seria pretender una concepción euclidiana/ lineal del mundo de la vida, mas bien la realidad es un constructo de tensiones entre los niveles orgánico-estructural: que son ondas de larga duración y relativamente permanentes como los modos de producción y el coyuntural y ocasional  que condensa los acontecimientos dados  en un periodo de tiempo determinado. En esencia las tracciones que  en las coyunturas habitan son representaciones de las tensiones sociales depositadas en  la historia por los actores políticos y las correlaciones que entre estos se presentan. Las correlaciones políticas en Colombia han sido tejidas en varios niveles de confrontación ”…el primero es la correlación de fuerzas sociales ligados a la estructura e independiente de la voluntad de los hombres; el segundo es la correlación de las fuerzas políticas, es decir el nivel de conciencia, homogeneidad y organización alcanzado por los grupos sociales; y el tercero es la correlación de fuerzas militares que es inmediatamente decisivo, donde considera dos grados, el puramente militar y el político-militar que implica diversos niveles de estrategia.”[1] 

Los actores decisivos en el rumbo del país han transitado por estos niveles de correlación implicando y postulando proyectos políticos y organizacionales que podemos rastrear en los roles que han entramado los partidos políticos, los movimientos sociales y las ciudadanías en nuestra historia de confrontación y disputa nacional. Los teatros en que se han condensados  estos roles en las coyunturas, nos darán cuentan a continuación de las  bifurcaciones desatadas por los intereses que se encuentran en el escenario de lo social.

 

EL TEATRO COLONIAL: DE LAS UTOPIAS INCONCLUSAS

 

Los conflictos políticos en nuestra historia se gestan en una onda de larga duración que tiene implicaciones hasta nuestros días. El territorio de la “América Nuestra” se ha caracterizado por el continuo reordenamiento de los poderes que disputan el dominio geopolítico de los pueblos.

En las épocas pretéritas  a la Colonización y ocupación, los pueblos que  habitaban el territorio Latinoamericano, coexistían mediante el control local de territorialidades que permitían los  procesos de consolidación de sus proyectos como pueblos históricos y culturales. Entre estos,  tres civilizaciones los Mayas, los Incas y los Aztecas quienes emprendían una carrera expansionista  sobre  otros procesos ancestrales a quienes  subsumían mediante dominio o la negociación. El orden del poder Geográfico  se fue constituyendo en la América Latina  mediante  la  disputa entre los actores ancestrales de nuestro continente.

En las otras geografías del globo el ejercicio del poder se disputaba de manera un poco similar, cuatro civilizaciones confrontaban la supremacía de sus proyectos subsumiendo  otros pueblos en su poder. Los niveles de disputan  se diferenciaban de la América Nuestra  en la medida que sus  confrontaciones superaban  a la nuestra en la magnitud de artillería  y experiencia de ejércitos regulares en choque.

El teatro del poder mundial se magnifica  en el momento  que entran en conflicto  los pueblos  y las civilizaciones ancestrales de Latinoamérica con las  civilizaciones de oriente y occidente.


La  economía  mundo  ha  sido un factor determinante para el dominio geoestratégico del globo. Las ambiciones expansionistas y mercantilistas llevaron a considerar como objetivo las rutas marítimas, los territorios inexplorados propicios para  el “descubrimiento”  de nuevas especies comerciales, poblaciones óptimas para ejecutar tareas sobre territorios agrestes, entre otras características  que hacían de la América Latina una geografía favorable para ocupar. En este  trayecto de colonización la geografía Colombiana represento un escenario neurálgico para el ejercicio del poder y la dominación, debido a las condiciones  físicas del ambiente Colombiano y  la herencia de los pueblos que se resistían a ser ocupados por las Potencias Española e Inglesa y Francesa.

El eje del Pacifico en Latino América que, en la actualidad como en antaño, fue objetivo de control  por los actores en disputa, puede proporcionarnos elementos interpretativos para la comprensión estratégica de los territorios Colombianos. Los extranjeros: Ingleses y Franceses arribaron a  este territorio mediante el contrabando”con el interés de acceder al oro de la provincia del Citara. Debido a la importancia geopolítica de la región y la facilidad para invadir la nueva granada, la presencia de los Cuna y los extranjeros de otras potencias de Europa representó la mayor amenaza para la seguridad de la provincia de Citará  y que se consolido como un serio problema político a lo largo de más de 115 años aproximadamente…”[2]

En el corredor conocido como el Darien han estado asentados poblaciones negras e indígenas como los Cunas, los Citaraes, los Embera  y otras que fueron sometidas y /o exterminadas por las fuerzas bélicas ocupantes. Los  Citaraes, ubicados  al  sur  del eje Pacifico, fueron evangelizados, diezmados y replegados por las fuerzas Españolas que avanzaban desde Popayán; Los Citaraes se vieron obligados a deponer   su resistencia y aceptar el poder de los Españoles en sus Geografías y cultura. Los Indios Cuna ubicados ancestralmente en el Norte del Pacifico se replegaron al Darien donde la selva  agreste y húmeda permitía generar condiciones a su favor  en la confrontación. Allí llegaron incluso indios de otras etnias buscando  refugio en los pueblos Cuna quienes  habían logrado sostener la  resistencia por más de una centena. Los Inglese,  quienes  tenían un interés  notable por el control del Darien que significaba la unidad Trasatlántico-Pacifico, entraron con diversas expediciones por el norte donde confrontaron primero a  los pueblos indios pero después se correlacionaron para avanzar sobre el imperio español que se extendía desde el sur con fuerzas indígenas en sus filas. Los Ingleses intercambiaron experiencias de combate con los Cunas proporcionando a  estos elementos como la pólvora para hacer frente  a los Españoles.


A este teatro falta  posicionar un actor  mas  en la disputa  geoestratégica  por  el Pacifico y es  la resistencia Cimarrón de los pueblos Africanos quienes en huidas individuales y colectivas, se fueron refugiando en estos territorios selváticos constituyendo Palenques para su resguardo y libertad. Transportados al “Nuevo continente”, las tribus africanas con diferentes dialectos, promueve practicas ancestrales tan significativas en medio de la esclavitud,  que rememoran las raíces libres y guerreras de los pueblos Afro. Durante la segunda mitad del siglo XVIII después de un largo periodo de adaptación  al contexto natural, los Negros protagonizaron expresiones de revueltas y fugas masivas con acciones violentas contra los hacendados y esclavistas.


La onda honda tiempo/espacial que se reconstruye anteriormente con las confrontaciones de los actores en el teatro colonial se caracteriza por la discrepancia entre las voluntades políticas de pueblos e imperios y las correlaciones que entre ellos se tejieron para potenciar o prolongar los niveles de confrontación que se desarrollaran a favor de tal o cual eje de poder. Huelga decir que la disputa entre estos actores por el dominio territorial en Colombia y la “América Nuestra” solo se redimensiona  con  la negociación de 1820 cuando las fuerzas al mando del General Morillo pactan con las guerrillas independentistas de Simón Bolívar un acuerdo donde la potencia Transatlántica reconoce la Autoridad de las fuerzas libertadoras  en el territorio Grancolombiano. Es este el momento donde se sintetiza las correlaciones y disputas de este periodo histórico inconcluso. En esta coyuntura se condensa la acción colectiva de pueblos, etnias, plutocracias y caudillos por la expulsión de los ocupantes del nuevo continente. A partir de entonces el poder  territorial se ordenaría y  reorganizaría de acuerdo a la legitimidad de las voluntades locales, sus proyectos y paradigmas. Siendo expulsado el dominio colonial: el enemigo común, el ejercicio de la autoridad seria el motivo de disputa que disolvería la alianza del ejército libertador y que opacaría la oportunidad para la bifurcación y transformación orgánica en esta coyuntura.

Los actores colectivos de la colonia embriagaron su voluntad en la tiranía que gestaba la modernidad en embriones de  Capital.

 

EL TEATRO NACIONAL:

HACIA UN ESTADO NACION EN LOS DOMINIOS DEL CAPITAL

 

La larga noche de los 500 años que se extiende hasta los dominios del poder actual se resquebraja con la detentación del poder negociado en el armisticio de 1820. Aquí al replegar el enemigo trasatlántico comienza la penumbra de disputas y atentados entre los poderes regionales o centralistas que reclamaban el ejercicio legítimo de las leyes y la violencia. Es en esta coyuntura de negociación donde comienza la larga historia de los choques internos en los países diseminados de la gran Colombia. He aquí el origen de la carrera por la construcción de un estado nacional que pudiese modernizar los medios de producción para garantizar la competencia internacional de la mercantilización.

La realidad política nacional personifica un teatro de actores colectivos que trascienden las correlaciones como fuerzas sociales divergentes, como bloques en choque hacia correlaciones interactorales  de fuerzas políticas con acuerdos programáticos y alianzas cosmogónicas que tuvieron sus máximas expresiones en las fuerzas políticas centralistas y federalistas quienes marcarían el camino de exclusión del doble poder a otras fuerzas divergentes  como las indígenas y las Africanistas. Desde entonces la lucha por el estado nación se caracteriza por la confrontación de dos fuerzas consociacionadas para reprimir cualquier otra conspiración hacia el poder de la nación.

La explotación de la tierra, el trabajo y el capital transitó del eje colonial a la hacienda gamonal de los rojos aristócratas y los azules plutócratas de mediados del siglo XIX.


Los partidos políticos, que solo hasta la caída de la gran Colombia pudieron diferenciar los límites y encuentros de sus ideologías políticas, comenzaron el reordenamiento del poder mediante correlaciones entre actores y fuerzas irregulares que se disputaron en guerras civiles por el poder político y económico en nuestra territorialidad.

La confrontación irregular entre partidos y sectores sociales en todo el país es una constante que desciende de los niveles de choque colonial –irregular por el teatro espacial-; Hasta la violencia que ha sido el método adoptado para solucionar las diferencias irreconciliables entre las voluntades políticas  del país. La Violencia como constante implica correlaciones de gran magnitud en sus contactos y en sus efectos. De un ángulo apreciamos que los niveles de correlación que se tejen entre los actores en disputa asumen estrategias militares y políticas para la eficacia de sus operaciones; De un ángulo divergente consideramos que estas estrategias dejan como efecto el desmembramiento y desangre de los pueblos hacia los cuales enarbolan sus consignas los partidos políticos que se reparten el Estado por el  transcurso de nuestra historia.

El control de las instituciones del Estado en los dominios del Capital fue desde 1830 el motín y a su ves el  motivo de correlacionamiento de las fuerza políticas estructuradas en partidos liberales y conservador. Estos excluyeron violentamente las fuerzas subversoras  del sistema mundo y aseguraron sus proyectos y beneficiarios mediante la modernización del estado y sus fuerzas militares y productivas que potenciaba la acumulación de Capital.

El doble poder liberal/conservador imperante durante los siguientes 100 años desató la sumisión de terceras fuerzas que se gestaban en el seno de la sociedad Colombiana, las cuales se condensan en las coyunturas desatadas por el PRS (Partido Revolucionario Socialista) en todo el territorio nacional. Esta fuerza, en la que subyacen las correlaciones de los excluidos y despojados del ejercicio del poder, detentaron desde 1929 el poder jurídico general y enarbolaron consignas atrincheradas por la historia y opacadas por el armamentismo del doble poder. A partir de este momento, la historia política del país se proyecta como una lucha clasista que nace en el seno de la exclusividad partidista con pretensiones de remplazar las decadentes formas organizativas de la vida social.

EL TEATRO DE LA GUERRA:

LA PROLONGACION DE LO INCONCLUSO

 

La onda tiempo/espacial que comprende la trama de este teatro encuentra su clímax en dos momentos históricos para la vida nacional que se proyectan desentrañablemente en las coyunturas del Frente Nacional y la Constituyente de 1991. Huelga resaltar que en ambas coyunturas se condensan el ejercicio protagónico de la ciudadanía como voluntad decisiva en el entramado de la guerra producto de las confrontaciones de nuestra historia.

La sociedad Colombiana, desangrada por los niveles de confrontación violenta y por necesidad del establecimiento de regenerar su legitimidad nacional, provoca la movilización masiva de sectores que exigen beligerantemente la solución a una época de desbordamiento inconcluso de  las relaciones políticas de un país sumido en la opresión y la violencia.

El frente Nacional representa la coyuntura donde las voluntades de las fuerzas excluidas del ejercicio político en la historia se embarcan en consolidar su poderío nacional por diferentes vías de confrontación política: Parlamentaria con el llamamiento del PRS para consolidar una tercera fuerza que disputara en las urnas el control de las instituciones del Estado; Revolucionaria con el surgimiento de guerrillas comunistas que se proclamaron independientes al establecimiento; y Popular  que aglutina  frentes amplios de ciudadanos con reivindicaciones urgentes para las necesidades de la sociedad de su tiempo como la Reforma Agraria, el Voto y las Soberanía nacional. Además Esta coyuntura del frente nacional desentraña el reacomodamiento de las fuerzas políticas tradicionales a fin de conservar el dominio político e institucional que se había repartido durante la última centena electoral. Aunado a este contexto subyacen los tratados de negociación y armisticios con diversas fuerzas insurgentes que se levantaban con proclamas revolucionarias para contrarrestar la opresión del sistema mundo neocolonial y capital.

El teatro de operaciones de la realidad conflictiva de la época en cuestión se refleja en las tensiones sociales y armamentistas de la guerra de hoy. Esta trama se desenvuelve a favor de la eficaz correlación que los partidos políticos tradicionales logran aglutinar en el frente nacional, siendo este un aire para oxigenar sus relaciones políticas decadentes y sin sustento legitimo de dominación. Los Partidos políticos logran consolidar mediante la Junta Nacional una propuesta contrarrevolucionaria encarnada en la ANAPO que garantizase el espectral ejercicio de la ciudadanía que legitimase el nuevo acuerdo nacional para el reparto parlamentario del país.


Los actores políticos exceptuados  de esta Consociación representan el gran acumulado popular de las utopías no resueltas, de los proyectos consecuentes con el imaginario revolucionario y divergente con el dominio capital. Aquí las correlaciones entre los actores asumen expresiones políticas móviles por todos los territorios y escenarios de la vida nacional. Desde entonces  han protagonizado sucesos neurálgicos en la lucha por la conclusión de sus pliegos y proyectos políticos que se proyectan en las distintas negociaciones que tubo que librar con estas fuerzas insurgentes el estado nacional: 1954-1984 y 1991 años en que los sectores sociales del país se movilizaron en el ejercicio de su ciudadanía para exigir por las vías populares/constitucionales la transfiguración del orden jurídico que adoptara las opciones subvertoras del sistema social.

La constituyente de 1991, que estalla con la séptima papeleta en Colombia, fue el declive de una lógica de confrontación que al igual que en el Frente nacional requería reanimar sus canales de legitimidad para el control del establecimiento y la modernización Neoliberal. En tal coyuntura las acciones políticas se tejieron en diversos escenarios del entramado nacional y con diferentes niveles de acción y agitación de los actores en escena. Movimientos sociales insurgentes, dogmáticos, parlamentarios, gremios, partidos políticos y ciudadanos se encontraron en una plataforma de unidad denominada los derechos fundamentales que además contemplaba las reformas que la oligarquía liberal y conservadora se habían negado a reconocer al pueblo oprimido de Colombia. Es esta la coyuntura que reorganiza el poder de las cosas en el país dejando intacta la voluntad del sistema mundo capital y los beneficiarios del usufructo nacional.

Estos teatros que condensan los entramados de correlaciones políticas de la vida nacional nos vislumbra  niveles de acciones, nos calibra magnitudes de los proyectos políticos y sus movilizaciones, presentan además expresiones políticas de la acción colectiva que se articulan y desmiembran según las condiciones especificas de las coyunturas y así mismo se desenvuelven estas a favor o en contra de los conjuntos correlacionados de los poderes de la nación en nuestra historia que prolonga lo inconcluso.

 

EL ACTO INSURGENTE EN EL TEATRO DE LA GUERRA         

Pensar el proyecto insurgente en la política Colombiana, refiere la reflexión por la relación de los  actores, sus rupturas y pactos, al   igual que los niveles y formas de confrontación  por la legalidad del poder en un territorio definido y en disputa. Los proyectos de insurgencia en Colombia se caracterizan en su  forma por la adopción de tácticas de lucha de guerrillas y técnicas irregulares de acción  militar según la especificidad del ambiente territorial y político de un momento histórico definido.

Históricamente los proyectos o ideologías políticas que han confluido o se han gestado en nuestro territorio, han materializado en su ejercicio de poder elementos como  el  control territorial (estratégico), el ejercicio de la autoridad, la garantía de bienestar  de las poblaciones; También el dominio de la represión, la defensa y/o la violencia. Estos elementos han sido garantes de la legalidad relativa de estas estructuras ideológicas y militares en el territorio Colombiano; Estructuras que configuran actores con fundamentos, antecedentes de sus formas de pensar /actuar y que se correlacionan en momentos específicos de su historia.

En Colombia podemos identificar algunas rupturas donde el Poder se expande y/o se contrae según los niveles de disputa entre los actores y la correlación entre estos.


Una de las rupturas
significativas para el análisis de la insurgencia hoy, es el choque de fuerzas que tiene su clímax en el periodo de ocupación y de colonia. En las décadas pretéritas al siglo XIX, Colombia y la América Latina compartían la legalidad relativa sobre territorios civilizaciones y pueblos que se relacionaban y correlacionaban en formas de  pactos y disputas en una dimensión local. La ruptura se gesta en el momento en que a esta dimensión del poder local irrumpen los poderes Coloniales transatlánticos con la ideología liberal de occidente y la evangelización conservadora/ civilizatoria. Los actores de ocupación y resistencia étnica asumieron la confrontación irregular, los Ingleses y Españoles debido al desconocimiento geográfico del escenario de choque  y los resistentes por la desproporción de sus fuerzas frente a las armas y experiencia del enemigo ocupante. La lucha de guerrillas, de sublevación e insurrecciones en Colombia emprenden su  camino de tensión entre actores  por legitimar, conservar o subvertir  el orden del poder social en el país. Un momento neurálgico en esta primera etapa de confrontación política en Colombia tiene sus antecedentes el 28 de  Noviembre de 1820 cuando las fuerzas aglutinadas por criollos  y etnias en guerrillas libertadoras firman, en un pequeño poblado  llamado Santa Ana, el primer tratado de negociación entre una colonia  y un Imperio occidental.                       Allí Pablo Morrillo y Simón Bolívar acuerdan “poner fin  a la horrible carnicería, al asesinato de los vencidos, se legalizo el canje de prisioneros y el imperio español tuvo que reconocer  la autoridad y el poder de la naciente república[i].

Este periodo de disputa que comienza en la colonia confrontando a Ingleses- Españoles con Indígenas, Negros y Criollos culmina el trayecto de confrontación militar irregular con un pacto entre imperios y guerrillas correlacionadas desde poderes locales en un ejército libertador. Esta primera ruptura del poder Colombiano marcaría hasta hoy la herencia de la forma guerrillera en la confrontación de los poderes Liberal – Conservador y Revolucionarios en la legalidad de sus proyectos en el País.

Con el triunfo sobre el imperio la redistribución de los poderes internos asumía otros niveles de confrontación y correlación. Las estructuras ideológicas herederas de las tradiciones de acción y dirección política hegemónicas: Centralistas y federalistas (liberal-conservadora) emprenden su campaña por el domino de las instituciones políticas y de gobierno. Esta campaña de disputa interpartidista y contra sectores y proyectos excluidos por los poderes legales, fue el sustento de las confrontaciones de guerrillas de las guerras civiles  durante el siglo XIX y comienzos del XX. La segunda ruptura que nos puede dar cuenta del nivel de correlación y sus formas de confrontación para legalizar una propuesta de poder, se evidencia  en la década de 1850 Cuando, 20 años después de la diseminación de la  Unidad  Gran Colombiana y de consolidación de los partidos políticos conservador y liberal, Una Disputa librada por artesanos y pequeños propietarios, deja como resultado, la dictadura del General Melo al dominio del poder gubernamental. Esta correlación entre los liberales- comerciantes y artesanos revolucionarios tubo su desenlace con la consociación  y pacto entre los liberales y conservadores quiénes se correlacionaron para derrocar la insurrección de los artesanos. Esta segunda  ruptura en el en el control de la política Colombiana marcarían la ruta de reparto gubernamental entre los liberales y conservadores hasta la contracción del frente nacional. 

Esta forma de reparto del poder que se caracterizaba por el ejercicio exclusivo de la represión y de la violencia sobre otras fuerzas y expresiones que detentaban el poder político, económico e ideológico del país, trajo necesariamente como consecuencia la emergencia de poderes locales, regionales o insurgencias de expansión Nacional que adoptaron la confrontación militar irregular y de guerrillas para la construcción  de la legalidad y legitimidad de sus objetivos subvertores en muchos focos del territorio nacional. Huelga decir que fueron una pluralidad de factores que llevaron a que las ideologías liberal-conservadora  y sus expresiones  políticas no consiguieran el dominio totalitario del poder en Colombia. Podemos afirmar que las instituciones de la estructura política, económica  y  militar  del estado no asistían al flujo necesario para la consolidación como poder legal en todo el territorio nacional. La escasa o nula representación estatal en territorialidades tan amplias  fue la cuna  y garantía para la emergencia de proyectos alternativos y de poder insurgente. Comunidades de autodefensas, repúblicas independientes, guerrillas disidentes de los partidos políticos tradicionales entre otros actores irrumpieron el contexto de confrontación política que agudizo los niveles de disputa, la represión y la radicalización de sus acciones, proyectos y correlaciones en el panorama nacional. Esta ruptura política del reparto gubernamental (liberal - conservadora) y la detentación de la legalidad por proyectos insurgentes presenta una nodalidad que podemos interpretar en la coyuntura consociacionalista del Frente nacional. En este momento los partidos hegemónicos del proyecto Capital  en Colombia, a fin de asegurar su dominio político y contando con el respaldo de la oligarquía empresarial, “…Establece un armisticio con los campesinos que habían empuñado las armas contra el terrorismo y la violencia generalizada bajo la dominación del conservatismo. Bajo las solemnes promesas oficiales de ‘perdón y olvido’, de entrega de tierras y la rehabilitación del campesinado, de  paz, justicia y libertad para el pueblo Colombiano, los campesinos insurrectos aceptaron entregar sus armas al ejército. Todo el mundo conoce que paso después: el estado  incumplió sus compromisos en todas partes…” (J, Herrera T. 1985, Pag 6)  E inició la persecución y asesinato de los principales caudillos guerrilleros: Guadalupe Salcedo. Eliseo Velázquez, Los Francos, Aljure, entre otros.  Esta ruptura de correlación  y negociación diseccionaría las formas y niveles del conflicto colombiano hasta nuestros días.

A partir del frente nacional los poderes guerrilleros tendrían como contendor un Estado asociado en el ejército y las ideologías,  en su seno cada vez mas difuminaban las barreras sus proyectos y tendían a la consolidación dominante, en tanto, las tensiones entre proyectos insurgentes se tornaban en disputas políticas, partidistas y territoriales situación que dificultaba el sostenimiento de la oposición política, la confrontación armada y la legitimidad territorial. En estas tensiones podemos reconocer una diversidad de expresiones guerrilleras las cuales podemos tipificar  empíricamente en guerrillas “societales, de partido y militar” (Pizarro, Pág. 9). Organizativamente como Societales podemos identificar a las guerrillas étnicas como el Quintín Lame o las fuerzas Africanistas, en sus proyectos es característico el elemento compacto o restringido de sus reivindicaciones y propuestas. Como guerrillas de partido señalamos al EPL y a las FARC-EP quienes son “…ante todo, un actor subordinado a un  proyecto político partidista que condiciona su actividad…” (Pizarro Pag 10). 

Por  último como guerrilla Militar  referenciamos a el ELN quienes desde una perspectiva foquista pretenden el control del estado y la destrucción del antiguo poder a través de la derrota militar en un periodo concreto y mediante el apoyo decisivo de las masas, tal y como ocurrió en los procesos nicaragüenses y cubanos. Pero, ¿Acaso es posible establecer radicalmente estas fronteras que tipifican las formaciones guerrilleras en Colombia?, como lo hemos expuesto anteriormente, las tensiones en la confrontación de poder nacional tiene el mismo antecedente del ejercicio militar: la lucha guerrillera e irregular.  Si bien es cierto que existen especificidades en los proyectos de acción militar, ideológica y paradigmática  de las distintas formaciones guerrilleras, debe también reconocerse que estas expresiones insurgentes han transitado en su proceso por los tipos de estructuras que les han garantizado su sostenimiento en el tiempo.      
La Guerrilla de las FARC_EP,  por ejemplo,  surge como proyecto insurreccional de después del pacto de 1953 (de  lo que hemos denominado como segunda ruptura) al radicalizarse un sector de experiencia liberal y comunista  frente al incumplimiento de los aliados partidistas con el campesinado. En este momento originario de proclamación de las repúblicas independientes de Marquetalia y posterior represión y ocupación del ejército estatal, este grupo de guerrilleros asumen elementos de organización     societal: Semimoviles, con núcleos familiares  para apoyo y  autodefensa de su integridad y de acción irregular que se fue transformando  con el tiempo en choques de mayor profundidad en acción y  estrategia.  20 años después, el 27 de Mayo de 1984 en el municipio de la Uribe esta guerrilla de rasgos originarios societales y después de una carrera armamentística de dos décadas, el estado mayor de las FARC_EP  en conjunto con los comandantes de sus 27 frentes, acordaron con el gobierno de Belisario Betancur suscribir un acuerdo para el cese al fuego con el objetivo de reconstruir la patria sin violencia y el de dar vía a otras formas de oposición y confrontación al margen de la violencia. Este tránsito de 20 años de militarismo se encarna en el ejercicio político insurgente desde un partido  revolucionario y civilista: La Unión Patriótica. Este transito presentado anteriormente, nos muestra  unas estructuras guerrilleras flexibles a  las necesidades de los tiempos concretos para sostenerse en la disputa del ejercicio político  y de poder en el país.

Ahora bien, si  el  amoldamiento guerrillero ha  garantizado su proceso en el tiempo porqué  no han suscitado en el país un masivo regocijo en la población que defina el control legítimo y legal del poder gubernamental por uno o una correlación de algunos actores de la confrontación política del país?  Esta cuestión tiene  como fondo indicar la ruptura actual en  que se encuentran inmersos los procesos insurgentes y los demás actores del teatro nacional: radica en la contradicción que se ha forjado por los niveles de deshumanización de la confrontación militar entre enemigos y en tal medida, la lejanía de regocijo de dichos proyectos en el seno de los sectores del pueblo; es una tensión entre la construcción de aparatos alternativos de legalidad y de poder y los proyectos organizativos que le sustentan.

Varios elementos podemos señalar como tortuosos para lograr este cometido. De un lado la forma característica de confrontación: las guerrillas móviles, han imposibilitado “construir relaciones estables con el entorno  geográfico o con unas redes de población definidas”. De otro lado cuando logran tener el control de un territorio determinado, los aparatos de poder alternativos configuran dinámicas de aparatos militares, de justicia y castigo y de imposición fiscal, con lo cual se remplaza al estado burocrático pero no se diferencia ni en forma ni en contenido  el nuevo poder  con el anterior proyecto. A la par podemos señalar que la subdivisión del movimiento guerrillero en corrientes antagónicas y, contrariamente, las alianzas de derecha generaron un  ambiente de la dispersión  y poca acogida de los proyectos insurgentes por las masas. Por último la criminalización y represión del pueblo por el estado generalizó un panorama aterrorizador del ejercicio de lo  político que conlleva a que Colombia posea uno de los niveles más bajos de participación, agitación y movilidad política y de poder de nuestra América.

 
[1] Quintero Pérez Gloria Isabel , La coyuntura como mecanismo e aprehensión de la realidad social, en debates sociológicos N 3 Febrero – Abril de 2005, Medellín, UdeA Pg 12.

 
[2] Werner Cantor, Eric, Ni aniquilados ni vencidos. Los embera y la gente negra del Atrato bajo el dominio Español. siglo XVII, Bogota, 2000, Instituto Colombiano de antropología e historia, Pag 83.
 
[i Herrera Torres Juvenal, Unión patriótica por la tregua y la paz, 1985 Pag 5.
 

LA INFLUENCIA DEL CAUDILLISMO EN LA LUCHA POR EL ESTADO NACION

09.09.2009 00:49

LA INFLUENCIA DEL CAUDILLISMO EN LA LUCHA POR EL ESTADO NACION

 

La formación de los estados hispanoamericanos se postula en el marco de la Independencia  y antecede así la construcción de un proyecto de nación  que desembocase a los individuos criollos en una identidad común, Una  identidad nacional.

Un breve análisis histórico fácilmente nos dará cuenta de variados factores que obstaculizaban la consolidación como nación. El caudillismo por ejemplo puede presentarnos este proceso en la complejidad de las fases que atravesó la sociedad neogranadina para constituirse en un ideario de unidad nacional.

En primera medida se debe considerar que todas las “…etapas del desarrollo… (de la nación hispanoamericana)… son importantes: Primero existió la nacionalidad en estado embrionario, luego en forma insipiente o parcial y finalmente  se llego a constituir la nación como totalidad[1] .

La sociedad neogranadina que se desenvolvía embrionariamente tras la expulsión de los Españoles, con un sentido de lealtad a la patria, fue escenario del surgimiento de una elite caudillista que fue un producto de la sociedad en que vivían”(Pag199). Surgieron entre hacendados y terratenientes, eran parte del poder instituido en la hacienda.

El caudillo encarnaba un poder regional  que se sustentaba con el control de recursos rurales y las fuerzas irregulares del campo. Este poder regional del caudillo debemos considerarlo en su dialéctica histórica: De una parte la lucha de los cuadillos por el  control de los territorios  frente a la invasión de la corona de Fernando VII, desata un ambiente de defensa del interés nacional que posibilita la idea republicana de unidad bolivariana en la segunda década de 1800.

Desde otra óptica, el regionalismo del caudillo era un obstáculo para el Estado-Nación criollo que se transfiguraba en una nacionalidad parcial en la medida que se reconocía una misma descendencia criolla (así también un reconocimiento de la subsuncion del indígena por el colono), una lengua similar, una religión instituida, territorio, costumbres y tradiciones comunes que son características de los estados nacionales.

El estado neogranadino, para ser más precisos,  no contaba con una cohesión  en su territorialidad más que el infundado por el sentido de patria  y  la creciente apatía a la madre España. Su autoridad se obstaculizaba por la influencia caudillista en grandes extensiones de la nueva granada, donde la ausencia estatal generaba las condiciones para tal suceso.


Los lazos tejidos en torno al caudillo José Antonio Páez son un ejemplo del gran poder que entramaban tales diseminadores de la Nación. Solo hasta después de  1816 los hombres irregulares de la milicia de Páez se aunaron a un objetivo nacional como la guerra de independencia; Tal sentimiento de diseminación perduraría hasta 1830 con la muerte de Bolívar. Páez así fortaleció los lazos de patronazgos para unir poderes en su federación.

Es inclusive considerar además que la coacción Estatal que antecedió a la unidad nacional se manifestaría en la imposición de un sistema coactivo sobres …los  vagabundos sin patrón u ocupación: Esta clase --- Escribe J. Lynch--- se veía como fuerza de trabajo potencial y fue sujeta a muchas restricciones por los terratenientes: Encarcelamientos, servicio militar obligatorio, servicios públicos y otros castigos… (J.L Pag 200).


Con la hacienda dominando las relaciones económicas y sociales de la sociedad colonial e instituyéndose  “incluso como forma de gobierno”, los pueblos desde los llanos hasta la pampas de la plata, perdieron el uso común de la tierra, viéndose subyugados a las relaciones de patronazgos del hacendad; posteriormente la propiedad privada afecto a los hombres libres del campo y los terratenientes se apropiaron del ganado y el territorio.  Así pues percibimos una clase popular heterogénea  y una sociedad colonial compleja. Las clases populares eran superiores en numero pero divididas y esparcidas por el territorio nacional; dicha clase era conformada por: … peones de hacienda, pequeños agricultores o arrendatarios, llaneros marginales, gauchos… entre otros excluidos por el régimen patronal.

El aislamiento y la diseminación popular ahondaban como un problema la constitución del estado nación en Colombia.   Contrariamente la clase terrateniente era fuerte en sus lazos caudillistas y oligarcas así como heterogénea y educada en el pensamiento Europeo.

Bolívar quien sintetizo en Hispanoamérica las enseñanzas Emilicas del ideario ilustrado, pretendió unir las clase populares en un proyecto de nación que convocaba  a la unidad de las masas para la erradi8cacion del poderío Español, pero las divisiones posteriores y anteriores a  la guerra de independencia  evitaron tal paradigma, culminando con la dictadura y muerte de dicho exponente de la hacienda colonial. Las masa entonces fueron dominadas pero no politizadas.


El poder caudillista que tenia el apoyo rotundo del terrateniente, fue incorporado como estructura del poder regional, representante este del paternalismo imagen de la sociedad sostenida por los lazos hacendados y la lealtad, sumisión y represión de los `peones.

Los hacendados eran clientes de las fuerzas caudillistas, jefes regionales “que surgieron como producto de la guerra de independencia en el momento  en que se destruyeran las instituciones del estado colonial y diferentes grupos sociales disputaron para llenar este vació…[2]

Los sujetos de esta época deben diferenciarse desde la heterogeneidad de los poderes de los mismos; Por ejemplo José Antonio Páez y Simón Bolívar hombres de su tiempo y nuestra historia, representan proyectos e imaginarios disímiles que se encuentra en un momento estratégico del estado nación. “…Bolívar – concluye Lynch—nunca fue un caudillo…” y promovió la unidad de las capas populares y de la nación.  J. A Páez en tanto, fue señalado por promover el espíritu fragmentario del regionalismo caudillista.  Aunque concertaron en tener un gobierno militar central y unificado, los federalista y centralista no se pusieron en acuerdo  en la organización administrativa del territorio y el ejército.

El proyecto de Bolívar fue una alternativa al poder caudillista  y anárquico. En 1817 tiene lugar un suceso histórico que influiría en la consolidación del Estado nacional de la sociedad criolla: mediante la creación de un estado mayor del ejército y un mando para cada división, donde los caudillos se convirtieron en generales y comandantes regionales sometidos a la estructura militar del centro. So consecuencia las tropas asumieron u carácter móvil que fue rechazado por muchos combatientes regionales.  Tal constitución militar hacia énfasis en un imaginario que instaba a la solidaridad en la milicia y el compromiso de todo ciudadano a defender su nación soberana.


Este esfuerzo nacional desde lo judicial, en esta etapa de nacionalidad parcial, instituye los primeros escalones hacia una nacionalidad como totalidad.

En este momento podemos hacer lectura de este proyecto de nacionalidad desde los objetivos que le garantizarían en el tiempo:

·        La independencia, como el establecimiento de un estado soberano que domine la nación, característico durante 1810 a 1830  en la nación criolla. Fue según Bolívar el único logro de la revolución.

·        La unidad nacional , consistía  “en la incorporación dentro de las fronteras del nuevo estado de todos los grupos que se consideran pertenecen a la nación”; consecuentemente

·        La finalidad siguiente era una conciencia nacional que sosteniera el nuevo estado soberano.

Así el Estado nación como opción de patria se imprime en el ideario de la época hasta nuestros días. Posterior a la guerra de independencia la diseminación fue el peor enemigo para la concecusion de tales objetivos.

Desde 1826 Páez y Santander dirigieron a la oligarquía caraqueña para diseccionar el proyecto de unidad Bolivariana. Esta alianza terrateniente tuvo efectos nefastos para lo que se vislumbraba como la Gran Colombia.


El proceso de conformación del Estado- Nación fue lento y tortuoso, no se ejecuto de tajo ni se presento ciegamente, fue en cambio un devenir contradictorio de poderes e ideales y cada quien definió la nación ---como la clase dirigente--  de una manera exclusiva para preservar el orden económico y social que habían adquirido del régimen colonial.

Así la nación criolla emprendió u largo camino de consolidación y disputa, de legitimación y coerción en una territorialidad definida y compleja.

 

POR:

JC VARGAS

ARESTREPO



[1] Lynch, Jhon, pag 197. Citando a A. Von Houmbolt.

[2] Lynch , J, ob.cit. Pag 203

 

LAS ESTRUCTURAS DE LA VIDA COTIDIANA: DEL CONSUMO Y OTROS PLACERES TERRENALES

26.08.2009 19:31

 

 

LAS ESTRUCTURAS DE LA VIDA COTIDIANA: DEL CONSUMO Y OTROS PLACERES TERRENALES

POR: A.  RESTREPO

La vida de la humanidad se ha caracterizado en su historia por ser un devenir de relaciones jerarquizadas y orientadas hacia modelos generales que determinan la interacción de las personas y su accionar en el mundo. En los rumbos que ha tomado la vida social pueden identificarse regularidades generales correspondientes a modelos específicos estructurantes de la vida cotidiana. Los sapientes de los paradigmas hermenéuticos categorizan estos modelos como “modos de producción” con sus respectivas formas productivas determinantes de la vida social; la humanidad conoció la lucha contra la naturaleza por la sobrevivencia de la especie, esta relación con la naturaleza potenció una revolución cognitiva y materia de los seres que trascendió el modelo general de la vida de la especie. Esta revolución desbocase en fuego, en lenguajes, en sociedades asentadas en civilizaciones e imperios. La lucha del hombre con la naturaleza culmino con el dominio de la naturaleza por los hombres; su conocimiento de ésta garantizó su explotación y posteriormente la acumulación que permearía el transcurso de la historia. La vida cotidiana de la humanidad trasmutase del sistema colectivista a la Barbarie sistémica donde la lucha por la sobrevivencia se regulaba en la contradicción del hombre por el hombre relación que trajo consigo la esclavitud y el racismo así como la servidumbre, el confesionalismo y la alienación en el sistema capital.

Con la revolución cognitiva se potenció la revolución industrial y luego la tecnológica y más concretamente la Nanotecnologica de nuestros días

El sistema mundo como estructura general de la vida social ha propiciado las formas productivas y la enajenación subjetiva eficiente para controlar el cambio y la adaptación de las voluntades a las nuevas condiciones humanas objetivas y subjetivas de la cotidianidad.

Las estructuras del mundo de la vida son una urdimbre de relaciones y determinaciones que se evidencia en las acciones de los actores particulares y colectivos, es así que la vida social se teje mediantes subsistemas de representaciones que son síntesis de lo diverso que encada subsistema se conjuga. Los subsistemas de las estructuras sociales son la unidad de las multiplex dimensiones en las que actúan los seres que entraman la vida cotidiana. Este teatro de la realidad le direcciona el guion determinante del sistema social; la vida se torna en una adaptación del entramado sistémico a las condiciones objetivas y subjetivas de la pluralidad de los actores en la escena geopolítica y socioeconómica.

Pero ¿Cómo se retratan las condiciones objetivas y subjetivas en el entramado de la cotidianidad? Estas condiciones se plasman mediante la relación dialéctica de lo objetivo que nos revela la escena donde se desenvuelve la interacción humana, y lo subjetivo donde las representaciones de los hombres se guían por la convicción y la decisión de sus acciones frente a las acciones de los otros. Estos sistemas dialógicos de inter_accion cotidiana evidencian una estructura subjetiva (cognitiva) de relacionarse con el mundo y una estructura objetiva compuesta de las regularidades del mundo de la vida.

Alfred Shuff y los representantes de las vertientes comprensivas consideran al respecto que las personas vivencian singularmente la configuración significativa de sus acciones, las cuales se definen en primer grado por la lectura que el yo-ego realice de su entorno social,2°, su acción se despliega por el entramado social en consecuencia con las convicciones y pre-textos del sujeto en escena y coherente o no con las representaciones que cada actor se construya de las acciones de los otros, este momento propone un tercer grado en la comprensión significativa del mundo de la vida: La interacción que es la obra de la relacional humana donde el contacto intersubjetivo puede asumir los niveles pertinentes a las lógicas de poder sistémico o también desatar holocaustos, guerras o revoluciones en el sistema mundo. En este grado la acción intersubjetiva es síntesis de las condiciones materiales y espirituales que mediante el análisis de los signos y la comprensión de los significados de los otros nos permite orientarnos afirmativamente en el mundo de la vida. Este nivel analítico y comprensivo de las acciones de los sujetos consideran un grado de efectividad/erudición para las acciones cotidianas de la personas en el mundo. La graduación de las interacciones significativas representa la conexión de las estructuras subjetivas y objetivas que se recrean en el mundo de la vida. Huelga decir que esta conexión dialógica estructural es un tejido interrelacional de las multiplex dimensiones que transitan las vivencias sociales; Cada dimensión y las determinaciones que le habitan conforman subsistemas de lo real, latentes en espacio/tiempos de diferente duración, con interacciones de distinta profundidad y revoluciones de disímil espesor. La síntesis de esta multiplicidad es el sistema mundo que hoy se rige por la acumulación del capital. Su lógica de producción, que había caracterizado el sistema mundo en los últimos 800 años, ha trasformado, a posteriori de la revolución tecnológica, el camino de la sociedad de producción en una sociedad de consumo, en esencia, el fundamento de la acumulación sigue intacto en la nuevas condiciones “inalámbricas” de lo real, no obstante “…las tareas de transformación y retransformacion del capital y el trabajo en mercancía sufrieron simultáneamente un proceso de profunda, sostenida y en apariencia irreversible –aunque aun incompleta—desregulación y privatización. 1.”

Las regularidades de la vida social se han tornado en un devenir de interacciones despersonalizadas, exclusivas para los conjuntos de poblaciones quienes poseen herramientas de inclusión o exclusión de las nuevas condiciones sociales. La tecnologizacion de las relaciones humanas ha convertido las acciones sociales en movimientos virtuales, en contactos privatizados como los que suceden en la red virtual de quienes acceden a las nuevas tecnologías. Allí la información que se consume debela interconexión de la estructura virtual con los internautas que subsumen su contacto objetivo al confesionalismo virtual. Los actores que entraman la escena virtual vivencian la “…característica más prominente de la sociedad de consumidores…es su capacidad de transformar a los consumidores en productos consumibles, o más bien de disolverlos en un mar de productos donde…los diferentes significados de las cosas ´y por lo tanto las cosas mismas son experimentadas como insustanciales [George Simel]´…”(Z. Bauman, Pg 26)

En la modernidad liquida y fugas del mundo de la vida de hoy las subjetividades han transfigurado en mercancías mediante la carrera de los servicios humanos que exige el modelo de consumo actual. Los servicios, la comercialización humana de productos intangibles o de transformación inmaterial de mercancías lleva a la humanidad a percibir en las formas de consumo actuales “simulacrums” de representaciones de las interacciones humanas. En otros términos el fetichismo de las mercancías, que son esencia de la sociedad de productores, da paso a la fetichizacion de las subjetividades “…que se ocupa de ocultar esta realidad transformada en mercancía tan característica de la sociedad de consumidores… Esa ´subjetividad´ de la sociedad de consumidores, tal como la mercancía en la sociedad de productores, es…un faitishe: un producto absolutamente humano elevado a la categoría de autoridad suprahumana debido al olvido o el menosprecio de si origen humano y de la cadena de acciones humanas que no solo condujeron a su aparición sino que fueron condición sine qua non…”(Z. Bauman Pag28-9)

El consumo repercute en las sociedades bajo la ilusión o engaño de la satisfacción de necesidades humanas que estructuran la vida virtual y espiritual de la humanidad. La virtualidad, la liquides de lo real ha dotado a los sistemas sociales la posibilidad de reorganizarse/repararse según las necesidades impuestas a cada red de consumidores de la trama virtual. Las estructuras en este sentido se expanden y contraen apareciendo y desapareciendo según las demandas de acceso al consumo y acordes a ofertas de consumo que puedan generan a cada población virtual. La necesidad es el espectro del consumo que permea en las personas la ilusión de satisfacer placeres terrenales inalcanzables como la moda.

El acceso al consumo de la moda, por ejemplo revela el sentido irrealizable de la carrera en que la humanidad se ha embarcado para alcanzar la plenitud subjetiva en el sistema. La moda refiere el acceso a las innovaciones materiales que la tecnología hace en la mercancías de consumo. La tecnología, para el sistema mundo capital, es el motor de los medios de producción y consumo, que como característica de su composición orgánica, conlleva un crecimiento absoluto en relación con el crecimiento relativo del capital variable que soporta la subsistencia material de la humanidad. Es decir que en la estructura de consumo la inyección de capital constante realizada a la empresa y su tecnología (garantía para afrontar la anarquía del capital) es absolutamente superior, definitivamente inalcanzable por la capacidad de consumo de los amantes de la moda. Estos placeres terrenales que espectralmente se nos presentan como la Moda son ilusiones que estructuran las interacciones de los consumidores de una realidad que se torna virtual y se aprehende como irregular debido a la flexibilización de las estructuras de acceso y de consumo. No obstante cualquiera que sea la forma: liquida, material, anaeróbica, que asuma las estructuras sociales de los hombres su sustrato conserva los criterios “necesarios” para el sostenimiento del rumbo del sistema social capital; no sería de extrañar, que para los analistas virtuales desapercibidos de lo real, los caracteres que constituyen la vida social se consigan como incorpóreos o supraestructurales de las relaciones espirituales materiales de la humanidad.

 

 

 

 

 

Colombia GeoExtrategicA

03.08.2009 23:35

COLOMBIA GEOESTRATEGICA

       Por: A. Restrepo

                                                                         

                                            

  La Geopolítica es una Geografía en Movimiento…

 

 

 Pensar a Colombia desde su dimensión Geoestratégica se refiere a las configuraciones del poder que se han getado y reorganizado en el transcurso de la historia de un pueblo sobre un territorio de connotación vital para todo un orden político regional e internacional.
La s relaciones sociales que se han configurado en Colombia desde la perspectiva Geoestratégica deben percibirse desde la lógica territorial de los pueblos y desde las confrontaciones entre los imaginarios políticos que se han embarcado en constituir sus proyectos en el tiempo y sobre un territorio definido que garantice los márgenes para el ejercicio de una legalidad jurídica y la legitimidad social.
El territorio y las disputas de poder que se gestan en Colombia y en América Latina, tienen su fundamento epistemológico en los acumulados pragmáticos y teóricos de los enfoques de pensamiento, que las sociologías y las ciencias políticas, han posicionado en el debate académico la discusión internacional que han referenciado desde la Geopolítica como disciplina. La geopolítica se embarca a desentrañar los caracteres geográficos y políticos que allí se condensan. “… El objeto de la ciencia geopolítica es dar, con sus sugerencias, al conductor político unas buenas herramientas para que su acción de gobierno trascienda con el tiempo...[es entonces entender]… la geopolítica como la entendió Kjellen el creador de este vocablo: la influencia de los factores geográficos en la mas amplia acepción de la palabra, sobre el desarrollo político en la vida de los pueblos y estados…[1]” Los categorías de geografías y poder planteadas por Kjellen son el marco analítico de los argumentos que construyen en este trabajo la Geoestrategia. El territorio y las configuraciones de poder que allí se entraman hacen de Colombia una ficha central para el juego estratégico de la política, las ideologías y economías del modelo capital para Latinoamérica. Nuestra historia de disputa territorial y legitimación de los imaginarios , destinos y culturas de la sur América antigua es conflictiva y diversa, quiere decir qua la construcción de estructuras para el ejercicio de lo político ha estado mediado por la disputa en el posicionamiento de la legalidad de sus proyectos sobre un territorio. La existencia de diferentes actores en el juego de la geoestrategia Colombiana significa la coexistencia de diversos proyectos u ordenes sociales coherentes con las cosmogonías de cada pueblo. 

Ancestralmente los territorios han sido ocupados por las comunidades a fin de garantizar su subsistencia y de solventar sus necesidades básicas. A través del tiempo la complejización de las necesidades y de las relaciones sociales han sido motor determinante para el desarrollo cognitivo de la especie humana. Desde tiempos ancestrales, las sociedades Latinoamericanas se han preocupado por dar respuesta a la multiplicidad de interrogantes que surgen de la constante interacción con el medio y con los otros. Estos interrogantes han propiciado el acumulado de conocimientos por parte de diferentes civilizaciones o pueblos que con fines militares, agrícolas, societales o expansionistas, han diseñado practicas de reracionamiento con el territorio. Estas relaciones que se tejen entre hombre = territorio deben ser aprehendidas desde la especificidad gnoseológica y paradigmática del proyecto social que ejercita tal relación, como también desde la particularidad del territorio que se detenta.
En Colombia la percepción del territorio como dominio estratégico tiene sus antecedentes en épocas ancestrales y con un elemento transversal de reracionamiento entre los actores : la disputa por el ejercicio del poder en e l territorio Latino americano.

En las épocas pretéritas a la Colonización y ocupación, los pueblos que habitaban el territorio Latinoamericano coexistían mediante el control local de territorialidades que permitían el procesos de consolidación de sus proyectos como pueblos históricos y culturales. Entre estos, tres civilizaciones los Mayas, los Incas y los Aztecas quienes emprendían una carrera expansionista sobre otros procesos ancestrales a quienes subsumían mediante dominio o la negociación. El orden del poder Geográfico se fue constituyendo en la América Latina mediante la disputa entre los actores ancestrales de nuestro continente.

En la otras geografías del globo el ejercicio del poder se disputaba de manera un poco similar, cuatro civilizaciones confrontaban la supremacía de sus proyectos subsumiendo otros pueblos en su poder. Los niveles de disputan se diferenciaban de la América Nuestra en la medida que sus confrontaciones superaban a la nuestra en la magnitud de artillería y experiencia de ejércitos regulares en choque.
El teatro del poder mundial se magnifica en el momento que entran en conflicto los pueblos y las civilizaciones ancestrales de Latinoamérica con las civilizaciones de oriente y occidente. 

La economía mundo ha sido un factor determinante en para el dominio geoestratégico del globo. Los ambiciones expansionistas y mercantilistas llevaron a considerar como objetivo las rutas marítimas, los territorios inexplorados propicios para el “descubrimiento” de nuevas especies de comerciales, poblaciones optimas para ejecutar tareas sobre territorios agrestes, entre otras características que hacían de la América Latina una geografía favorable para ocupar. En este trayecto de colonización la geografía Colombiana represento un escenario neurálgico para el ejercicio del poder y la dominación, debido a las condiciones físicas del ambiente Colombiano y la herencia de los pueblos que se resistían a ser ocupados por las Potencias Española e Inglesa y Francesa. El eje del Pacifico en Latino América que, en la actualidad como en antaño, fue objetivo de control por los actores en disputa, puede proporcionarnos elementos interpretativos para la comprensión estratégica de los territorios Colombianos. Los extranjeros Ingleses y Franceses arribaron a este territorio mediante el contrabando …”con el interés de acceder al oro de la provincia del Citara. Debido a la importancia geopolítica de la región y la facilidad para invadir la nueva granada, la presencia de los Cuna y los extranjeros de otras potencias de Europa representó la mayor amenaza para la seguridad de la provincia de Citará y que se consolido como un serio problema político a lo largo de más de 115 años aproximadamente…”[2]

En el corredor conocido como el Darien han estado asentados poblaciones negras e indígenas como los Cunas, los Citaraes, los Embera y otras que fueron sometidas y /o exterminadas por las fuerzas bélicas ocupantes. Los Citaraes ubicados al sur del eje Pacifico fueron evangelizados, diezmados y replegados por las fuerzas españolas que avanzaban desde Popayán; Los Citaraes se vieron obligados a deponer su resistencia y aceptar el poder de los españoles en sus Geografías y cultura. Los Indios Cuna ubicados ancestralmente en el Norte del Pacifico se replegaron al Darien donde la selva agreste y húmeda permitía generar condiciones a su favor en la confrontación. Allí llegaron incluso indios de otras etnias buscando refugio en los pueblos Cuna quienes habían logrado sostener la resistencia por mas de una centena. Los Inglese quienes tenían un interés notable por el control del Darien que significaba la unidad transatlántica-Pacifico, entraron con diversas expediciones por norte donde confrontaron primero a los pueblos indios pero después se correlacionaron para avanzar sobre el imperio español que se extendía desde el sur con fuerzas indígenas en sus filas. Los Ingleses intercambiaron experiencias de combate con los Cunas proporcionando a estos elementos como la pólvora para hacer frente a los Españoles.
A este teatro falta posicionar un actor mas en la disputa geoestratégica por el Pacifico y es la resistencia Cimarrón de los pueblos Africanos quienes en huidas individuales y colectivas, se fueron refugiando en estos territorios selváticos constituyendo Palenques para su resguardo y libertad. Transportados al “Nuevo continente” dentro de las tribus africanas, con diferentes dialectos, se promueve practicas ancestrales tan significativas en medio de la esclavitud, que rememoran las raíces libres y guerreras de los pueblos Afro. Durante la segunda mitad del siglo XVIII después de un largo periodo de adaptación al contexto natural, los Negros protagonizaron expresiones de revueltas y fugas masivas con acciones violentas contra los hacendados y esclavistas.

Huelga decir que la disputa entre estos actores por el dominio territorial en Colombia solo se redimensiona con la negociación de 1820 cuando las fuerzas al mando del General Morillo pactan con las guerrillas independentistas de Simón Bolívar un acuerdo donde la potencia Transatlántica reconoce la Autoridad de las fuerzas libertadoras en el territorio Grancolombiano.
El Pacifico Colombiano (y global) es contenedor de una riqueza socio-natural que le posiciona en un nivel estratégico para el poder global en muchos momentos de la historia. Las intereses que llevaron a los actores de antaño a considerar este territorio como estratégico siguen vigentes: su ubicación entre mares Atlántico y Pacifico, las condiciones agrestes de la selva que posibilitan a los actores en resistencia una retaguardia eficaz para los golpes del enemigo, la bioriqueza y los canales ribereños y territoriales para comunicar el centro con el sur del continente, estos aspectos evidencian la vigencia de este territorio como foco de disputa estratégica en el país y para la América Latina.


EL PACIFICO UNA ESQUINA ESTRATEGICA DE AMERICA LATINA

Hasta ahora hemos dimensionado este territorio como escenario contenedor de relaciones sociales de disputa y dominación. Sabemos que entender lo geográfico sin estos acumulados sociales seria despojar al eje Pacifico de toda su herencia y significación estratégica para todas las sociedades y sus tiempos. No obstante esbozare algunas consideraciones que nos pueden proyectar una imagen de esta geografía desde su riqueza física y estratégica.

La región del Pacifico Colombiano esta ubicado entre las fronteras con Panamá en el Norte y con el Ecuador en el Sur; Hacia el oriente tiene como limite la cordillera Occidental y hacia el occidente el océano Pacifico. Esta basta zona comprende la serranía del Baudo y del Darien, además de las cuencas de los ríos San Juan y Atrato, este ultimo afluente del Atlántico en el Golfo de Uraba. Cuenta con una amplia gama de riquezas que comprende por hectárea 400 especies de vegetales y 800 de vertebrados. Se localizan allí entre siete y ocho mil especies de plantas de las 45 000 que existen en Colombia. Su bosque húmedo y tropical es una especie de biofarmacia abierta para la investigación científica y genética como atractivo de los capitales farmacéuticos de la economía global. El Pacifico es un mercado de madera de primera calidad, también es una alcancía con 14 terrazas auríferas a lo largo y ancho del corredor húmedo y tropical, se encuentra plata, platino, bauxita, cobalto radioactivo, níquel , estaño, cromo, entre otros.
El Pacifico es centro de investigaciones petrolíferas que van desde pie de pato en el alto Baudó hasta las costas de Acandi , mas de la mitad del departamento del Choco; También aporta al país el 69% de la pesca marítima, el 43% de la madera aserrada, el 82 % del platino y el 18 % del oro[3] .



El pacifico en su posición estratégica como esquina de Latinoamérica con costa en los dos mares, hace que esta región aparezca o desaparezca del escenario nacional e internacional de acuerdo a las necesidades e interese de los diversos sectores sociales políticos y armados que proponen un particular modelo de desarrollo que desconoce el modelo soñado por los poseedores ancestrales de la región: Los pueblos indios y negros
La región Pacifica de América siempre ah condensado proyectos transnacionales que le ha puesto en la mira de las potencias Geopolíticas al momento de la disputa por el reordenamiento del poder global. Varios antecedentes nos lleva a esta consideración. En Primer plano resalta la entrega del departamento de Panamá por parte de la oligarquía Colombiana a los intereses de los Estados Unidos, lo que significo para la placa sur continental, la separación del bloque centro continental y el dominio del transito marítimo-comercial de la potencia del Norte.
Desde otro ángulo los periodos de posguerras Mundiales reedifican el orden geopolítico internacional posicionando en el teatro de conflicto dos bloques de disputas: el Bloque o sistema occidental / liberal y el bloque o antisistema revolucionario donde se glutinan todas las expresiones de poder subversoras de la economía mundo capital. Huelga decir que en los países denominados “tercermundo” ninguna de estas expresiones de sistema mundo se ha consolidado radicalmente por ello no es propicio ubicarles dentro de estas dos (o tres ) categorizaciones empíricas, mas bien son territorios en disputa económica, ideológica y política donde las tensiones de los periodos y territorios concretos nos pueden mostrar la influencia de tal o cual proyecto en su ejercicio legal. Esta reorganización geopolítica se caracteriza por el reparto Neocolonia de los países en vía de modernización de todos los continentes con el pretexto mesiánico de la reconstrucción mundial auto otorgado por los Estados Unidos de Norte América gracias a su tardía participación en las Guerras mundiales.

En este segundo momento de ruptura geopolítica, Colombia y la región del pacifico en particular vuelve a dimensionarse como foco estratégico para el “desarrollo” de Latinoamérica; en gran medida por que la magnitud de los proyectos desarrollados por la economía mundo liberal – keynesiana, exigía fuentes apropiadas de materia prima para la transformaron de productos comerciales, además la vía de transporte de estos productos: el Canal de Panamá, estaba en camino de obsoletizarse .
Con la irrupción el Libre comercio y del capital transnacional los países de economías emergentes fueron foco de los megaproyectos que asegurarían el desarrollo de la economía mundo. En el Pacifico Colombiano comenzaron a plantearse los megaproyectos desde la década de los 60´s, adquiriendo fuerza 20 años después durante la presidencia de Virgilio Barco donde se estudian, diseñan y proponen algunos de ellos que hasta ahora se desarrollan son:
La Carretera panamericana,
El canal Seco Interoceánico,
Base Militar de bahía Málaga,
Las Hidroeléctricas de Mutata, Juradó, Alto Atrato, Alto San Juan, del río Garrapata-Sanquininí,
El puerto alterno de bahía Málaga,
Gaseoducto Interoceánico,
Dos Aeropuertos Internacionales, entre otros proyectos transnacionales que se condensan en esta región geoestratégica para la economía mundo de hoy.
En el territorio Colombiano el elemento estratégico se dimensiona por la composición geográfica y social que caracteriza esta esquina de América. Un breve recuento por la composición de las otras regiones de Colombia nos puede vislumbrar la dimensión geopolítica del País para la región latina.


LA REGION ANDINA
Esta integrada por los departamentos del Huila, Tolima, Quindío, Cundinamarca, Risaralda, Caldas, Antioquia, Boyacá, Santander y Norte de Santander. La región andina esta conformada por los tres ramales en que se divide la cordillera de los andes al entrar en nuestro país y los valles intermedios de los ríos magdalena y cauca, en ella se concentra el poder político y económico de Colombia, además del 75% de la población nacional. Aquí se encuentran algunos de los grandes centros urbanos mas influyentes del país: Medellín, Bogota y el Valle del Magdalena. Estos núcleos industriales y poblacionales los denominamos “hearlands … es en esta área donde se concentra la mayor capacidad cultural, económica, política y militar”…del país. (Dussan, 1989) Estas categorías de centros (hearlands) y periferias (hiterlands) plantean la coexistencias de núcleos vitales de la sociedad mediante una red eficaz de comunicación y correlacione entre estas. En la región andina de Colombia podemos ubicar al Valle del magdalena como un “hiterland” influyente para los centros de la región. Allí yace una de la mas grandes hoyas hidrográficas del país, también cuneta con ricos yacimientos de uranio y un fuerte potencial para impulsar la industria petroquímica.

LA REGION CARIBE
Se conforma de los departamentos de la Guajira, Magdalena, Atlántico, Cesar, Bolívar, Sucre, Córdoba y parte de Antioquia. En su composición encontramos territorios costeros de vital importancia para el proceso social y comercial de los países latinoamericanos. La región del caribe y en general las costas Colombianas no han recibido el foco de interés que merecen. La falta de vías de acceso que comuniquen al interior del país con la periferia han obstaculizado el progreso que debe caracterizar el desarrollo de una Nación. El Estado colombiano no ha estado dispuesto a aprovechar, en vía del progreso de la población, su posición privilegiada que adquiere un país con costa en los dos mares, extensos litorales y esquina continental. A diferencia de Colombia, las naciones que cuenta con posición marítima estratégica localizan sus centros vitales (hearlands) en sus puertos, muelles o costas como por ejemplo Venezuela y Argentina; Sus hiterlands se ubican en cambio en el interior del país.
En esta región identificamos como estratégicos para la vida nacional los territorios de Uraba y la guajira. Allí una de las fuentes de riqueza es la explotación agroindustrial. En la Península de la Guajira se ubican los ricos yacimientos de carbón “el cerrejón ” esta mina contiene el 40 % de las reservas de carbón de Latinoamérica. La importancia geoestratégica de Uraba radica en su posición espacial y en su inmensa riqueza agrícola y ganadera. El pequeño sector de Uraba que se explota, para 1989 alcanzaba un Producto Interno Bruto similar al del Valle del cauca: asciende los 150 millones de dólares. No obstante a la riqueza de uraba, su población tiene un 44 % de analfabetismo, el 38% de las familias de las cabeceras urbanas carecen de vivienda y de las que poseen vivienda solo el 4 % posee acueducto y alcantarillado. Aquí radica la ruptura entre la extracción-acumulación y redistribución del territorio y sus riquezas.


REGION AMAZONIA
La amazonia colombiana s encuentra localizada en el sureste de territorio nacional entre los 6º 98´ de latitud norte los 4º 13.5 ´ de latitud sur, cubre una extensión aproximada de 380.000 Km2 los cuales abarcan la comisaría de la Guaynia, Vaupes, Guaviare y Amazonas también parte del Putumayo y Caquetá. Su área representa el 33.4 % del territorio nacional. Este territorio es una zona difícil de explorar por su condición selvática, echo que no ha impedido el desarrollo de estructuras sociales, armadas y de poder pero que si ha limitado el ejercicio de la legalidad estatal y de los diferentes gobiernos, no solo de Colombia sino también de los países que comparten la amazonia. La incomunicación vial, es constate como factor problemático para las diferentes nacionalidades del Amazonas, esto imposibilita una adecuada integración de esta región al resto del(os) país(es).
La característica particular de esta región se agrega por el echo de ser compartida por Brasil, Perú y Colombia, esta característica fronteriza entre países se denomina Puntos triples.
Un punto triple lo podemos ubicar en Leticia donde encuentran las fronteras de Colombia – Perú – Brasil. Otro punto triple lo podemos ubicar en la desembocadura del río Guepí en el Putumayo donde convergen las fronteras Ecuatorianas, Peruanas y Colombianas. Estos puntos geopolíticos de concordancia fronteriza implican niveles de convergencia y divergencia debido a sus relaciones territoriales y los ejercicios de poderes que se entraman en esta región.

REGION ORINOQUIA
Esta región comprende los departamentos del Meta, Vichada, Casanare y Arauca. Su importancia Geopolítica no radica por su ubicación geográfica sino que consiste en la importancia que adquiere poseer una de las mas grandes riquezas petrolíferas explotadas hasta la fecha. La Orinoquia al igual que la regiones mas retiradas de los heartlands, no cuenta con adecuadas vias de comunicación que permita la debida circulación de los transportadores de crudo: la ruta Sogamoso – Yopal por donde se transporta el producto de los ricos yacimientos de petróleo es un camino de tierra en un 70 %. Por esta región atraviesa la “carretera marginal de la selva” que tiene un valor geopolítico al permitir a los países de Venezuela- Perú - Colombia – Brasil hacer realidad la integración que impone la naturaleza a los pueblos andinos.
Tradicionalmente la división político-administrativa del país se ha concebido aislada de los criterios geográficos tendiendo este comportamiento a obstaculizar el desarrollo de estas áreas y por lo tanto del territorio nacional.

La unidad de los diversos factores regionales señalados anteriormente, dejan como resultado la sumatoria de caracteres que juntos posicionan a Colombia como eje estratégico de los proyectos macro estructurales necesarios para la economía mundo en América Latina y el continente. Cabe resaltar que los países de este hemisferio sur comparten algunas de las características anteriormente expuestas y ue según la particularidad del territorio y su ubicación, proporcionan un agregado estratégico para el desarrollo de cada nación y del bloque sur continental en general. Algunos ejercicios administrativos: Políticos , sociales y económicos de parte de los países del sur han propendido por homologar interés en pro de beneficiarse de las riquezas regionales que yacen en sus fronteras, sin embargo la diversidad política e ideológica de los gobiernos y pueblos de Sur América ha dificultado la integración eficiente de estas riquezas en común.
La tendencia mundial de las economías regionales se encamina a constituir bloques políticos y de capitales que superando las diferencias administrativas, han generado mecanismos de alianzas para subsistir en la lógica del capital internacional, tal es el caso de la carrera emprendida por la unión europea a fin de condensar modelos económicos y constitucionales que afronten el nuevo reto para el sistema moderno – liberal. Estos retos de administración regional se complejizan cuando en los Estados- Naciones se libra una disputa interna por la legitimidad de poderes que detentan las riendas administrativas de la política gubernamental, este es el caso de la mayoría de los países en vía de industrialización en donde la disputa política interna tiene connotaciones de conflictos bélicos e insurrecciones populares que sobrepasan las implicaciones orgánicas y desbordan los conflictos de sus fronteras.


________________________________________
[1] Bahamon Dussan, Augusto, Colombia Geografía y destino, Bogota, 1989,Pag 18
[2] Werner Cantor, Eric, Ni aniquilados ni vencidos. Los embera y la gente negra del atrato bajo el dominio Español. siglo XVII, Bogota, 2000, Instituto Colombiano de antropología e historia, Pag 83.
[3] Gomez Nadal Paco, los muertos no hablan, Aguilar,2002 Pag 21-24

 

INSURRECCION FRANCESA DE 1848-1851. ¿COYUNTURA ANTI-SISTEMICA O DERROTA DEL PROLETARIADO?

27.07.2009 16:51

 

Burgueses fanáticos del orden son tiroteados en sus balcones por la soldadesca embriagada, la santidad del hogar es profanada y sus casas son bombardeadas como pasatiempo, y en nombre de la propiedad, de la familia, de la religión y del orden. (Karl Marx)

 

La burguesía sucesora habíase refugiado en la Asamblea Nacional Constituyente con todas las fuerzas de centro y derecha, con la guardia y las fuerzas militares así como también se unieron los representantes de la nostalgia dinástica que trataban de usufructuar los resultados de la aceleración en tiempos de revolución como es el caso del capital financiero que había sido decapitado con la dinastía y ahora surgía como el ave fénix impulsada por la moderación burguesa.    
La confrontación que estremeció a Francia y a toda Europa tubo su clímax con la insurrección del proletariado que en Junio de 1949 se abalanzó a las calles para librar una batalla final en la que serian derrotados. Este fue “…
el acontecimiento más gigantesco en la historia de las guerras civiles europeas. Venció la república burguesa. A su lado estaban la aristocracia financiera, la burguesía industrial, la clase media, los pequeños burgueses, el ejército, el lumpemproletariado organizado como Guardia Móvil, los intelectuales, los curas y la población del campo. Al lado del proletariado de París no estaba más que él solo. Más de 3.000 insurrectos fueron pasados a cuchillo después de la victoria y 15.000 deportados sin juicio.” (Karl Marx) esta coyuntura-continua Marx “…Había revelado que aquí república burguesa equivalía a despotismo ilimitada de una clase sobre otra. Había demostrado que en países de vieja civilización, con una formación de clases desarrollada, con condiciones modernas y de producción y con una conciencia intelectual en la que todas las ideas tradicionales se hallan disueltas por un trabajo secular, la república no significa en general más que la forma política de la subversión de la sociedad burguesa y no su forma conservadora de vida.” Karl

El último periodo de este tríptico coyuntural transcurre del 28 de Mayo de 1849 hasta el 2 de Diciembre de 1851es el momento en que el partido del orden domina la Asamblea Nacional Legislativa e instaura la república constitucional sustentada en una amplia coalición burguesa contra los derrotados dirigentes del Proletariado.

Los burgueses de la república Francesa emprendieron una campaña de dominación que se prolongó desde el 24 de Junio hasta el 10 de diciembre de 1848. En este trayecto de represión de la insurrección burguesa se decreta el estado de sitio en toda la Francia de mediados del Siglo XIX y se redacta la constitución republicana por el Partido del orden. La declaración de esta constitución burguesa no fue en sí más que la proclamación de la carta magna de 1830 con la única diferencia que el sufragio se consideraba como universal y no como dominio exclusivo de la monarquía.          
El 10 de diciembre de 1848 aconteció un suceso que resolvería el teatro del conflicto con las terceras fuerzas que detentaban el poder Francés, me refiero a la elección de L.N. Bonaparte que finiquitó además la dictadura de la constituyente. La disolución de la constituyente se ejecuta en mayo de 1849 momento en que la burguesía republicana es despojada por la masa de la Burguesía Realista.  
        
A partir de entonces desde el 24 de mayo de 1849 hasta el 2 de Diciembre de 1851 fue el periodo de la República constitucional o parlamentaria, momento en que fue disuelta por la fuerza la Asamblea Nacional legislativa tras la posesión de Luis Napoleón III como emperador de Francia. A partir de entonces Francia terminaría esta era revolucionaria para embarcarse en una guerra de ocupación y de anexión de las colonias de toda Europa. “…
Sin embargo, el intervalo no ha pasado en vano. Durante los años de 1848 a 1851, la sociedad francesa asimiló, y lo hizo mediante un método abreviado, por ser revolucionario, las enseñanzas y las experiencias que en un desarrollo normal, lección tras lección, por decirlo así, habrían debido preceder a la revolución de febrero, para que ésta hubiese sido algo más que un estremecimiento en la superficie…-continua Marx-… la sociedad parece haber retrocedido más allá de su punto de partida; en realidad, lo que ocurre es que tiene que empezar por crearse el punto de partida revolucionario, la situación, las relaciones, las condiciones, sin las cuales no adquiere un carácter serio la revolución moderna. ” (Karl Marx)    

  
La era de Napoleón III fue una época de absolutismo expansionista que opaco la acción revolucionaria del proletariado Francés, sin embargo las enseñanzas de la insurrección de 1848 fue para el proletariado mundial una oportunidad para comprender que la transformación del sistema capitalista era posible realizarse mediante la acción revolucionaria en momentos estratégicos de la historia. Las coyunturas se revelaron como el teatro propicio para la agitación y los golpes de estados y las correlaciones que se puedan gestar en este espacio-tiempo transicional son las decisorias para la consecución de los objetivos que conjugan las expectativas comunes de revolución y cambio.    
  
La Coyuntura de la insurrección de parís que transcurrió de 1848 a 1851, reveló también que las revoluciones sociales de la historia moderna han servido en su desenlace para acelerar las condiciones del sistema capitalista que propicie la reorganización sistémica que se amoldase a las nuevas condiciones históricas ó para la desintegración de un sistema mundo en decadencia.   
La derrota del proletariado francés fue un triunfo histórico para las luchas antisitemicas de la historia moderna, demostró que el poder detentado y las condiciones revolucionarias pueden resolverse a favor de las expectativas proletarias y desembocar en la transgresión del sistema mundo capital. La Europa de los siglos posteriores así lo evidenciaría al desatar un devenir inagotable de insurrecciones mundiales que perduran hasta nuestros días.
 

Francia ha sido propulsor de las aceleraciones del moderno estado del sistema mundo. Las transformaciones, producto de las actividades sísmicas que convulsionaron la historia Francesa, han repercutido por el mundo como una ola contagiosa de sublevaciones y reivindicaciones, cual explosión concatenada de las esperanzas populares y las expectativas de transformación de los estados humanos y las relaciones que allí subyacen.  
En la década de los 60´s Francia contrajo al mundo al experimentar un acontecimiento que repercutiría en las expectativas reivindicativas de todo el globo: La coyuntura del Mayo Francés. Este acontecimiento transgredió las consignas laborales y de propiedad, las contradicciones enajenantes y fetichizantes para ubicarse en los terrenos de la ciudadanía, la contracultura, el contrapoder. Mayo de 1968 fue el escenario que aglutino las terceras fuerzas en un momento decisivo para el reacomodamiento o el resquebrajamiento del estado capitalista moderno; también fue el teatro donde se condensaron lustros de sublevaciones antisistemicas que se resistieron a ser incorporadas a los lineamientos del mundo capital, empero fueron subcionadas sus aceleraciones por un estado que legitimaba el orden en los cambios propiciados por las rebeliones acaecidas en todo el sistema general.         

En el Mayo Revolucionario de la Francia de 1968 maduró la nodalidad de proclamas enarboladas desde la Revolución de 1779, aquí se condensaron las contradicciones estructurales y las respuestas de los pueblos a las exigencias transicionales del mundo. En estos doscientos años de capitalismo Francia y en general el mundo entero ha transitado en un devenir de sublevaciones como un motor de la historia que coyunturalmente impulsa las reformas de la humanidad.    

        

LOS ACONTECIMIENTOS            
           
En más de doscientos años del largo letargo del capitalismo, Francia han contagiado al mundo de coyunturas trascendentales para el devenir del poder global. Pero estas coyunturas, debemos denominarlas revoluciones al estado moderno ó impulsos del sistema capital? Esto se define dependiendo lo que consideremos por una Revolución. Si una revolución la entendemos como el teatro donde se genera un cambio que transgrede las estructuras social subterránea y que provoca la transformación en el funcionamiento y modo de operar del estado donde se origino tal transición, si entendemos desde esta óptica las Revoluciones al sistema mundo, nos veríamos en la tarea de afirmar que el modo de producción capitalista no ha presenciado revoluciones, sino, más bien impulsos en las trayectorias de conformación sistémica como modo global de producción y de relacionamiento humano: reafirmante u oponente.  
  
Los acontecimiento vivenciados en la Francia de 1779, en parís de 1848 y en el mayo rojo de 1968 fueron impulsos de revoluciones que acaecieron en tiempo-espacios de contracción, transicionales donde las capas sociales enajenadas del poder orientan sus acciones hacia las oportunidades de transformaciones donde los escenarios concretos pueden definir un acontecimiento o coyuntura como momento revolucionario (que trascienda las fronteras de un estado de cosas hacia otros órdenes o desordenes) o como un impulso del sistema que con el tiempo termina legitimándose e integrándose al modelo de dominación. No quiero decir con esto que las experiencias humanas de choque antisistemico sean simples sublevaciones de expontaneidad o de oportunismo; ni tampoco afirmar que ha sido la historia del sistema mundo un devenir de enfrentamientos consecuentes para la transformación estructural de la vida humana. Los que sí pretendo afirmar es que los acontecimientos que se registran en los procesos de coyunturas son las opciones históricas de traspasar las fronteras de los estados sistémicos mediante revoluciones o son los impulsos que cultivan el tiempo-espacio transicional y reacomoda el sistema y sus detractores en un nuevo teatro de confrontación y cambio donde se reforman estrategias, rumbos y formas de acción de quienes detentan el poder y quienes le defienden.   
   
La Revolución burguesa acontecida en 1779 propició un cambio en el rumbo de las sociedades, sus modos de producción y sus formas productivas, protagonizó, además, un suceso en la historia del poder global que sería el legado para la confrontaciones antisistemica de allí en adelante: es el hecho de que la revolución atribuida a la burguesía naciente fue en realidad ejecutada por una tercera fuerza que detentaba las riendas del poder global: el proletariado y las capas desposeídas, que hasta entonces, habían actuado fragmentada y espontáneamente sin trascendencia y sometidos a una ágil manipulación del poder tradicional o de quien le sucediera. En la revolución de francesa también se cultivaron las demandas que mas tarde se trasegarían en parís y se transgredieran en el mayo del 68.   

La coyuntura antisistemica que propiciaron los rebeldes franceses después de la restauración de 1815-1830, debe ser considerada como una valiosa opción histórica de transformación del sistema mundo, posibilidad que se obstruyó por las magnitudes concretas en que se desenvolvió el conflicto en parís y las ciudades que se sumaron a la revuelta.  
Paris de 1848 atravesó un periodo tríptico de coyuntura revolucionaria donde los actores locales y globales movilizaron sus fuerzas acorde a las oportunidades políticas que se presentaron en esta coyuntura que se prolongó hasta 1851.         

LA CAIDA DE LA DINASTIA O LA SUCESION DE LA REPUBLICA BURGUESA

Este primer momento de la historia de la insurrección de 1848 comienza con la caída de la dinastía de Luis Felipe que se condensa el 24 de febrero de 1848, en este momento las estructuras del poder francés fueron disipadas por la acción multipartidista, por la crisis económica y la hambruna de los pobladores, pero el suceso que dio la estocada final a la dinastía francesa fue la convocatoria a una reforma electoral que abriría el terreno a la detención del poder de otras fuerzas no necesariamente revolucionarias. Este suceso desencadenó en la consigna de las elecciones Nacionales y la correlación de amplios sectores que se vincularon en un interés común: el derrumbe de la dinastía, para después hacerse añicos en la búsqueda de sus propósitos de clase. La burguesía republicana que amenazó la dinastía durante el periodo de la restauración, ahora se correlacionaba con la oposición dinástica y la pequeña burguesía democrática republicana; el proletariado y sus partidos revolucionarios encontraron en los socialistas y socialdemócratas aliado eventuales para definir este periodo en vano para los despojados de la historia.    

El 4 de mayo de 1848 se abriría un segundo periodo en el transcurso de la insurrección de Paris: en este momento las coaliciones habían prosperado hasta las elecciones Nacionales que les permitió la instauración de un gobierno provisional que se caería por su peso de clase. Mayo del 48 a mayo 28 del 49 fue el periodo conocido como la constitución de la república burguesa o de la asamblea nacional constituyente que enarbolaría las banderas del nuevo poder capital: la burguesía posdinastica. Este fue en realidad el carácter de la transformación del sistema mundo que tuvo origen en Paris, el capitalismo asistió a una estrategia de regeneración que oxigeno los lazos del dominio político y comercial, claro está que los únicos poseedores de este nuevo aire fueron los herederos de la ilustración: la burguesía, fueron los sucesores de Luis Felipe y María Antonieta los únicos capas de desacelerar la opulencia bajo un manto del cambio progresivo que aclamaban las ilusiones de los desposeídos de parís y de todo el sistema global.             

La burguesía se había tomado la asamblea nacional constituyente y permeado todas las fasiones de la intención transicional que se pudiera regular sin trascender los elementos estructurales de la vida social y política. A partir de entonces el teatro de la disputa interactorial tendría otra connotación en sus correlaciones: de un frente y en las barricadas el proletariado en insurrección se extendió de parís en febrero a Florencia en febrero y marzo, luego a Turín, Milán, Roma, Venecia, Modena, también repercutió en Frankfort, Berlín, Viena y Budapest y Múnich, Zagreb y Vilagos se unirían en Abril. En tres mese de 1848 las insurrecciones parisenses estremecieron la Europa occidental hasta causar estrago en el mundo entero.

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