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LAS ESTRUCTURAS DE LA VIDA COTIDIANA: DEL CONSUMO Y OTROS PLACERES TERRENALES

26.08.2009 19:31

 

 

LAS ESTRUCTURAS DE LA VIDA COTIDIANA: DEL CONSUMO Y OTROS PLACERES TERRENALES

POR: A.  RESTREPO

La vida de la humanidad se ha caracterizado en su historia por ser un devenir de relaciones jerarquizadas y orientadas hacia modelos generales que determinan la interacción de las personas y su accionar en el mundo. En los rumbos que ha tomado la vida social pueden identificarse regularidades generales correspondientes a modelos específicos estructurantes de la vida cotidiana. Los sapientes de los paradigmas hermenéuticos categorizan estos modelos como “modos de producción” con sus respectivas formas productivas determinantes de la vida social; la humanidad conoció la lucha contra la naturaleza por la sobrevivencia de la especie, esta relación con la naturaleza potenció una revolución cognitiva y materia de los seres que trascendió el modelo general de la vida de la especie. Esta revolución desbocase en fuego, en lenguajes, en sociedades asentadas en civilizaciones e imperios. La lucha del hombre con la naturaleza culmino con el dominio de la naturaleza por los hombres; su conocimiento de ésta garantizó su explotación y posteriormente la acumulación que permearía el transcurso de la historia. La vida cotidiana de la humanidad trasmutase del sistema colectivista a la Barbarie sistémica donde la lucha por la sobrevivencia se regulaba en la contradicción del hombre por el hombre relación que trajo consigo la esclavitud y el racismo así como la servidumbre, el confesionalismo y la alienación en el sistema capital.

Con la revolución cognitiva se potenció la revolución industrial y luego la tecnológica y más concretamente la Nanotecnologica de nuestros días

El sistema mundo como estructura general de la vida social ha propiciado las formas productivas y la enajenación subjetiva eficiente para controlar el cambio y la adaptación de las voluntades a las nuevas condiciones humanas objetivas y subjetivas de la cotidianidad.

Las estructuras del mundo de la vida son una urdimbre de relaciones y determinaciones que se evidencia en las acciones de los actores particulares y colectivos, es así que la vida social se teje mediantes subsistemas de representaciones que son síntesis de lo diverso que encada subsistema se conjuga. Los subsistemas de las estructuras sociales son la unidad de las multiplex dimensiones en las que actúan los seres que entraman la vida cotidiana. Este teatro de la realidad le direcciona el guion determinante del sistema social; la vida se torna en una adaptación del entramado sistémico a las condiciones objetivas y subjetivas de la pluralidad de los actores en la escena geopolítica y socioeconómica.

Pero ¿Cómo se retratan las condiciones objetivas y subjetivas en el entramado de la cotidianidad? Estas condiciones se plasman mediante la relación dialéctica de lo objetivo que nos revela la escena donde se desenvuelve la interacción humana, y lo subjetivo donde las representaciones de los hombres se guían por la convicción y la decisión de sus acciones frente a las acciones de los otros. Estos sistemas dialógicos de inter_accion cotidiana evidencian una estructura subjetiva (cognitiva) de relacionarse con el mundo y una estructura objetiva compuesta de las regularidades del mundo de la vida.

Alfred Shuff y los representantes de las vertientes comprensivas consideran al respecto que las personas vivencian singularmente la configuración significativa de sus acciones, las cuales se definen en primer grado por la lectura que el yo-ego realice de su entorno social,2°, su acción se despliega por el entramado social en consecuencia con las convicciones y pre-textos del sujeto en escena y coherente o no con las representaciones que cada actor se construya de las acciones de los otros, este momento propone un tercer grado en la comprensión significativa del mundo de la vida: La interacción que es la obra de la relacional humana donde el contacto intersubjetivo puede asumir los niveles pertinentes a las lógicas de poder sistémico o también desatar holocaustos, guerras o revoluciones en el sistema mundo. En este grado la acción intersubjetiva es síntesis de las condiciones materiales y espirituales que mediante el análisis de los signos y la comprensión de los significados de los otros nos permite orientarnos afirmativamente en el mundo de la vida. Este nivel analítico y comprensivo de las acciones de los sujetos consideran un grado de efectividad/erudición para las acciones cotidianas de la personas en el mundo. La graduación de las interacciones significativas representa la conexión de las estructuras subjetivas y objetivas que se recrean en el mundo de la vida. Huelga decir que esta conexión dialógica estructural es un tejido interrelacional de las multiplex dimensiones que transitan las vivencias sociales; Cada dimensión y las determinaciones que le habitan conforman subsistemas de lo real, latentes en espacio/tiempos de diferente duración, con interacciones de distinta profundidad y revoluciones de disímil espesor. La síntesis de esta multiplicidad es el sistema mundo que hoy se rige por la acumulación del capital. Su lógica de producción, que había caracterizado el sistema mundo en los últimos 800 años, ha trasformado, a posteriori de la revolución tecnológica, el camino de la sociedad de producción en una sociedad de consumo, en esencia, el fundamento de la acumulación sigue intacto en la nuevas condiciones “inalámbricas” de lo real, no obstante “…las tareas de transformación y retransformacion del capital y el trabajo en mercancía sufrieron simultáneamente un proceso de profunda, sostenida y en apariencia irreversible –aunque aun incompleta—desregulación y privatización. 1.”

Las regularidades de la vida social se han tornado en un devenir de interacciones despersonalizadas, exclusivas para los conjuntos de poblaciones quienes poseen herramientas de inclusión o exclusión de las nuevas condiciones sociales. La tecnologizacion de las relaciones humanas ha convertido las acciones sociales en movimientos virtuales, en contactos privatizados como los que suceden en la red virtual de quienes acceden a las nuevas tecnologías. Allí la información que se consume debela interconexión de la estructura virtual con los internautas que subsumen su contacto objetivo al confesionalismo virtual. Los actores que entraman la escena virtual vivencian la “…característica más prominente de la sociedad de consumidores…es su capacidad de transformar a los consumidores en productos consumibles, o más bien de disolverlos en un mar de productos donde…los diferentes significados de las cosas ´y por lo tanto las cosas mismas son experimentadas como insustanciales [George Simel]´…”(Z. Bauman, Pg 26)

En la modernidad liquida y fugas del mundo de la vida de hoy las subjetividades han transfigurado en mercancías mediante la carrera de los servicios humanos que exige el modelo de consumo actual. Los servicios, la comercialización humana de productos intangibles o de transformación inmaterial de mercancías lleva a la humanidad a percibir en las formas de consumo actuales “simulacrums” de representaciones de las interacciones humanas. En otros términos el fetichismo de las mercancías, que son esencia de la sociedad de productores, da paso a la fetichizacion de las subjetividades “…que se ocupa de ocultar esta realidad transformada en mercancía tan característica de la sociedad de consumidores… Esa ´subjetividad´ de la sociedad de consumidores, tal como la mercancía en la sociedad de productores, es…un faitishe: un producto absolutamente humano elevado a la categoría de autoridad suprahumana debido al olvido o el menosprecio de si origen humano y de la cadena de acciones humanas que no solo condujeron a su aparición sino que fueron condición sine qua non…”(Z. Bauman Pag28-9)

El consumo repercute en las sociedades bajo la ilusión o engaño de la satisfacción de necesidades humanas que estructuran la vida virtual y espiritual de la humanidad. La virtualidad, la liquides de lo real ha dotado a los sistemas sociales la posibilidad de reorganizarse/repararse según las necesidades impuestas a cada red de consumidores de la trama virtual. Las estructuras en este sentido se expanden y contraen apareciendo y desapareciendo según las demandas de acceso al consumo y acordes a ofertas de consumo que puedan generan a cada población virtual. La necesidad es el espectro del consumo que permea en las personas la ilusión de satisfacer placeres terrenales inalcanzables como la moda.

El acceso al consumo de la moda, por ejemplo revela el sentido irrealizable de la carrera en que la humanidad se ha embarcado para alcanzar la plenitud subjetiva en el sistema. La moda refiere el acceso a las innovaciones materiales que la tecnología hace en la mercancías de consumo. La tecnología, para el sistema mundo capital, es el motor de los medios de producción y consumo, que como característica de su composición orgánica, conlleva un crecimiento absoluto en relación con el crecimiento relativo del capital variable que soporta la subsistencia material de la humanidad. Es decir que en la estructura de consumo la inyección de capital constante realizada a la empresa y su tecnología (garantía para afrontar la anarquía del capital) es absolutamente superior, definitivamente inalcanzable por la capacidad de consumo de los amantes de la moda. Estos placeres terrenales que espectralmente se nos presentan como la Moda son ilusiones que estructuran las interacciones de los consumidores de una realidad que se torna virtual y se aprehende como irregular debido a la flexibilización de las estructuras de acceso y de consumo. No obstante cualquiera que sea la forma: liquida, material, anaeróbica, que asuma las estructuras sociales de los hombres su sustrato conserva los criterios “necesarios” para el sostenimiento del rumbo del sistema social capital; no sería de extrañar, que para los analistas virtuales desapercibidos de lo real, los caracteres que constituyen la vida social se consigan como incorpóreos o supraestructurales de las relaciones espirituales materiales de la humanidad.